sábado, 29 de marzo de 2025

Blanca Nieves y los siete enanitos - 1937

Snow White and the Seven Dwarfs (conocida como Blanca Nieves y los siete enanos en Hispanoamérica y Blancanieves y los siete enanitos en España) es el primer largometraje de animación producido por Walt Disney y el primero incluido en el canon de Clásicos de Walt Disney.[]​ Se estrenó el 21 de diciembre de 1937 en el Carthay Circle Theatre de Hollywood. La película es una adaptación del cuento de hadas homónimo que publicaron los hermanos Grimm en 1812, una historia profundamente arraigada en las tradiciones europeas.

Blancanieves es considerada un hito en la historia de la animación, además de ser el primer largometraje animado que contribuyó a la era dorada de la animación estadounidense.[]​ En 1989, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.[]​ También forma parte de la lista AFI's 10 Top 10, liderando la categoría de animación.[]

Sinopsis

Blanca Nieves, una princesa joven y hermosa, huye de la Reina Malvada y se dirige al bosque, donde conoce a los siete enanitos.

Argumento

Cada día la Reina Malvada (Lucille La Verne) le preguntaba al Espejo Mágico (Moroni Olsen): “Dime espejo una cosa, ¿Quién es en este reino la más hermosa?”, el Espejo siempre le respondía: “Tú mi Reina eres la más hermosa”. Un día la Reina Malvada le consultó a su Espejo, y este por primera vez le contestó: “Bellísima eres tú Majestad, pero ¡oh! Existe otra más bella, una criatura que aún vestida de harapos es más linda que una estrella, ni tú sobrepasas su hermosura”. La Reina Malvada enfurecida, preguntó de quién se trataba. El Espejo le respondió: “Cual carmín sus labios son, cabello negro de ébano y cual nieve su piel es”. La Reina se horrorizó, supo entonces que se trataba de su propia hijastra Blancanieves (Adriana Caselotti).

Aquel día, mientras Blancanieves cantaba junto al pozo, un Príncipe que pasaba por allí (Harry Stockwell), la escuchó. Cautivado por su melodiosa voz, saltó los muros del castillo y le declaró su amor. Entonces Blancanieves se enamoró del Príncipe.

La Reina los observó por una ventana y muerta de celos le ordenó a Humbert, el Cazador (Stuart Buchanan), que llevara a su hijastra Blancanieves al bosque y que allí la matara. Como prueba de que había cumplido la orden, tendría que traer su corazón dentro de un cofre.

Pero al verla tan noble y bella, el Cazador se apiada de la joven princesa Blancanieves y le confiesa las crueles intenciones de su malvada madrastra, la Reina, y le pide que se aleje tan lejos como pueda de su terrible furia.

Blancanieves corre lejos adentrándose en el bosque, donde asustada por las sombras y los ruidos extraños de la oscuridad cae rendida del miedo. Por la mañana se da cuenta de que varios animales del bosque la rodean, los cuales la ayudan a llegar hasta una hermosa casita en un claro del bosque y allí entra a descansar. Todo en aquella cabaña es pequeño y está muy sucio. Blancanieves, con ayuda de los animales del bosque, logra limpiar y embellecer el hogar. Luego, al subir las escaleras encuentra una habitación con siete camitas. Cansada, se echa sobre tres de ellas y se queda profundamente dormida.

Cuando llega la noche, los dueños de la casita regresan. Son siete enanitos que todos los días salen a trabajar en las minas de diamantes, muy lejos, en el corazón de las montañas. Los enanitos se asustan al ver todo impecable, y mayor es su sorpresa cuando descubren que alguien se encuentra durmiendo en sus camas.

¡Oh! Es una niña, y es muy bonita” exclaman sorprendidos al ver a Blancanieves. Blancanieves despierta, y al ver a los enanos se asusta, pero enseguida entra en confianza al conocerlos y les cuenta su historia.

Blancanieves les pide asilo para protegerse de su madrastra, y a cambio, ella se ocuparía de cocinar y de mantener el hogar limpio. Los enanitos acceden, y como bienvenida organizan una pequeña fiesta con música y baile para Blancanieves.

Mientras tanto en el castillo, la Reina Malvada le pregunta al Espejo Mágico quién es la más hermosa, y este le responde: “Tras las siete colinas de Jade, tras la séptima cascada, en la cabaña de los siete enanos, vive Blancanieves, ella es la más bella”. La Reina Malvada le dice a su Espejo Mágico que su hijastra Blancanieves está enterrada en el bosque y que en su cofre está su corazón. El Espejo Mágico le revela que ese corazón le pertenece a un jabalí. La Reina Malvada entonces se da cuenta de la traición del Cazador y decide encargarse ella misma de Blancanieves. Baja a las mazmorras donde tiene una habitación para practicar las artes oscuras y se transforma en una anciana, fea y vieja bruja pordiosera, prepara una hermosa manzana roja y envenenada con un potente hechizo que hará caer a su hijastra Blancanieves en un sueño profundo como la muerte. El único antídoto es un beso de amor verdadero, pero no le da importancia, pues piensa que los siete enanitos la enterrarán al creerla muerta.

Los animales del bosque reconocen a la Reina Malvada disfrazada de la anciana bruja e intentan atacarla, sin éxito, ya que Blancanieves se los impide, refugiando a su propia malvada madrastra dentro de la cabaña. Al ver que no podrán salvarla, los animales corren para advertir a los siete enanos de que Blancanieves está en peligro y que la ha encontrado y descubierto su malvada madrastra, la Reina Malvada.

Blancanieves recibe la manzana como obsequio, y la Reina Malvada le hace creer que si muerde la manzana sus deseos se harán realidad.

Al morderla, Blancanieves cae muerta y su malvada madrastra ríe maliciosamente gritando que ahora ella es la más hermosa del reino. Tras salir de la casa, se desata una fuerte tormenta y los enanos llegan raudos y comienzan a perseguirla; ella comienza a correr hasta trepar un acantilado. Al llegar a la parte más alta, la Reina Malvada al verse acorralada comienza a empujar con una rama una gran roca para aplastar a los siete enanitos, pero cuando está a punto de lograrlo un relámpago cae sobre la rama originando un derrumbamiento de rocas que la hacen caer por el precipicio, para luego ser aplastada por la roca y morir.

De vuelta a casa, los siete enanitos no tienen valor para enterrar a Blancanieves, así que le construyen un féretro de cristal y la llevan a un claro del bosque para velarla eternamente. Entonces, el mismo Príncipe que Blancanieves conoció en el castillo y que la había estado buscando por todas partes, aparece, y al ver a Blancanieves igual de hermosa que cuando estaba viva le da un beso de amor verdadero como señal de despedida. Gracias a esto, Blancanieves despierta de su profundo sueño. El Príncipe, los animalitos y los siete enanitos festejan. Blancanieves se despide de cada uno de ellos, agradeciéndoles todo lo que habían hecho por ella. Finalmente, Blancanieves y el Príncipe se dirigen a su castillo preparados para vivir felices por siempre.

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